domingo, 20 de febrero de 2011

El Mundo Árabe pide a gritos un cambio

(foto: Funeral multitudinario en Teherán, Irán. Reuters)


La mecha revolucionaria estalló en Túnez (allá por diciemnbre) y, días más tarde, encendió también Egipto. Miles de personas tomaron las calles para luchar contra un régimen autoritario y derrocar a unos líderes que llevan décadas en el poder. Con un objetivo firme: hacer paso a la democracia.

Tunecinos y egipcios ganaron el pulso a sus líderes. Ben Ali y Hosni Mubarak no pudieron contra la presión social y mediática y no tuvieron más remedio que abandonar, el que había sido durante más de 20 y 30 años respectivamente, su poder.

La victoria de ambos pueblos hizo fuertes al resto de países de Oriente Medio. Así, como si de fichas de dominó se tratara han ido cayendo uno tras otro. Libia. Bahrein, Argelia, Marruecos o Irán, son solo algunos de los países que luchan por el cambio.

Irán también quiere libertad. El país quiere seguir los pasos de Túnez y Egipto, aunque no le va a resultar nada fácil ya que la tensión que allí se respira es mucho mayor. Las fuerzas de seguridad no tienen piedad y tratan de oprimir a los manifestantes, que alzan su voz contra Ahmadineyad, mediante gases lacrimógenos, balas de fogueo y arrestos a los principales opositores como el clérigo Mehdi Karrubí, el cónsul español Ignacio Pérez-Cambra o el ex primer ministro Mir-Hosein Musaví y el ex presidente del Parlamento Mehdi Karrubí, estos dos últimos, a demás, tienen cortadas las líneas telefónicas. De momento parece que los iraníes no correrán la misma suerte que tunecinos y egipcios, pues aquí el ejército se mantiene extremadamente fiel al régimen.

El firme apoyo que Estados Unidos ha mostrado a lo largo de estos días parece la única salida para acabar con el acoso del ejército hacia un pueblo que busca desesperado la autonomía.

Tanto Hillary Clinton como Obama han sido contundentes ante la situación que está viviendo Irán. La secretaria de Estado manifestó su “deseo” a que “la oposición y el valiente pueblo de Irán que ha salido a las calles en varias ciudades de Irán tenga las mismas oportunidades que ellos han visto que han tenido los ciudadanos de Egipto”. Por su parte, Obama declaró que “lo que es verdad para Egipto tiene que ser verdad para Irán”. Y se dirigió también a los ciudadanos para recordarles que “Estados Unidos no les va a dictar lo que tienen que hacer, pero les va a dar todo su apoyo moral”.

Cristina Muñoz.

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