(Foto oficial compromiso príncipe Guillermo y Kate. Mario Testino 2010)
Queda un mes exacto para que se celebre la gran ‘boda del año’. Será el próximo 29 de abril cuando toda Inglaterra se quede pegada al televisor, como ya hicieran con la boda entre Diana y Charles, para ‘asistir’ al enlace entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton.
Una boda, que como suele suceder con todas las reales, dispone de múltiples y variados ‘souvenirs’ que van desde los más sencillos a los más extravagantes y surrealistas. Desde tazas o vajillas con la imagen de los prometidos; bolsitas de té, ceniceros, imanes; pasando por sellos, muñecos de trapo o una muñeca ‘princesa’ de edición limitada que simula ser Kate y libros recortables que harán las delicias de los más pequeños; camisetas con el lema William Love Kate; y hasta tazas con la imagen de Harry y Kate que a pesar del gran fallo no han tenido que ser retiradas ya que han sido un éxito de ventas. Llegando, incluso a diseñar una carcasa para móvil con la bandera inglesa y la foto del día que se comprometieron. Pero lo más sorprendente es la aplicación que han lanzado para i pad a través de la cual los usuarios podrán conocer al instante todos los detalles, e imágenes, de la boda de manera gratuita. También las cadenas de televisión han querido beneficiarse del gran día realizando un biopic en el que trataran la vida de ambos desde que se conocieron en la Universidad de St. Andrews. (muñeca Kate. royalwedding.aol.com)
(Vajilla souvenir. royalwedding.aol.com)
Y parece ser que, a pesar de esta fiebre por los
‘souvenirs reales’ los ingleses, de momento, no parecen demasiado entusiasmados con este compromiso, según un sondeo realizado por ICM para el grupo antimonárquico Republic, un estudio que no está muy claro dada la buena acogida que ha tenido Kate por parte del pueblo.
Continuando con los preparativos de la boda, ya se han hecho públicas las normas que desde la Casa Real se impondrán a los invitados al enlace. Una serie de prohibiciones con las que pretenden evitar, sobre todo, que se filtren a través de Twitter imágenes o comentarios. Pero no sólo prohíben utilizar teléfonos móviles, sino que además se impone no llegar tarde, pues la reina madre debe ser la última persona en entrar a la iglesia; vestir adecuadamente dejando a un lado trajes excesivamente cortos y por supuesto nada de blancos, además las parejas deberán ir conjuntadas; exigen, también, no pasarse con el alcohol y no acercarse a hablar con miembros de la familia Real. Unas restricciones demasiado exageradas, con las que controlaran una perfecta ceremonia y con las que tratan de aparentar que todos los asistentes saben de protocolo.
Otro de los detalles que se han conocido en los últimos días es la apertura de 19 salones del
Buckingham Palace que acogerán, con música y canapés, a los más de 600 invitados que, entre amigos de los novios, familiares, jefes de estado y personajes de casas reales y de la vida pública, acudirán a la recepción que tendrá lugar tras el ‘sí quiero’. Respecto al banquete, lo único que se sabe, hasta el momento, es que habrá dos tartas nupciales “gigantes”, según anunciaron desde Buckingham.
Cabe destacar, a pesar de los detalles oficiales que sí han transcendido, el cuidado que están teniendo tanto Guillermo como Kate en llevar con secreto absoluto los preparativos más importantes de su boda, pues nada se sabe del traje de la novia, ni del diseñador eso sí, se espera que no decida lucir ni el mismo ni similar al que lució
Lady Dí. Lo último en salir a la luz han sido las ya celebradas despedidas de soltero/soltera del Príncipe y su prometida, cada uno por separado. Una información que no ha sentado nada bien a los medios que llevaban días esperando ese momento. Lo poco que se conoce es que han sido unas fiestas íntimas, con sus hermanos y amigos.
(Lady Di el día de su boda con su recargado vestido. royalwedding.aol.com)
El dato menos agradable y que podría dejar un final no tan feliz en este día, se centra en la posibilidad, tal y como han informado desde la policía inglesa, de que los anarquistas traten de reventar la esperada boda. Aunque ya se han implantado medidas policiales para prevenir cualquier incidente, no olvidan el ataque que ya sufrieron el príncipe Carlos y Camila Parker-Bowles.
Cristina Muñoz Fritsch.