lunes, 7 de marzo de 2011

La censura, el cine y Estados Unidos

(Imagen, del polémico beso, obtenida de la página ecartelera.com)

Primero fue el “fucking” que soltó Melissa Leo cuando le entregaron el Oscar a la “Mejor Actriz de Reparto” por su interpretación en The Fighter, lo que hizo saltar las ‘alarmas’ en Estados Unidos. Y lo que produjo, también, que la ABC, la cadena de televisión que retransmitía la gala, se apresurara a censurar esa palabra que salió de la boca de la exultante actriz en un momento, lógico, de euforia.

Pero este no fue el único momento censurado en la gala. Pues tras salir a la luz el incidente de Leo, pudimos conocer que la ABC, también, se encargó de ocultar el ‘besito’ que se dieron Javier Barden y el actor americano Josh Brolin en los labios. Así, mientras que Bardem y Brolin se ‘besaban’, la cadena llenaba esos segundos con la imagen de Penélope Cruz. Ante esto uno de los organizadores de la gala ha asegurado que tanto el baile como el beso entre los dos actores no se encontraba en el guión, pero sí tenían indicación de apuntar a la actriz española en ese mismo momento. Casualidades de la vida…

Pero la censura en Estados Unidos va más allá de los Oscars. Tras la gala el actor británico Colin Firth no pudo ocultar su monumental cabreo al conocer que El Discurso del Rey había sufrido la censura. Pues tuvieron que eliminar algunas de las escenas en las que, simplemente, el actor, caracterizado como el Rey Jorge VI, trataba de curar su tartamudez con la ayuda del logopeda quien le animaba a soltar alguna que otra palabrota (como fuck o sick).

Y es que la censura en el cine americano tiene una larga trayectoria. Por el año 1930 se publicó un código que respondía al nombre de Hays, y que aplicaba la censura en las películas de la época. Este código surgió por los casos de violencia, sexo y alcohol en los que los más famosos actores de Hollywood se veían implicados. Por ello el sector más conservador quiso poner freno a estos excesos. Y sobre todo por que los actores y actrices contaban con multitud de seguidores que incluso llegaban a divinizar.


Aquí muestro la línea del tiempo a lo largo de la censura en este país.




Pero, a pesar de que este código fuera abolido a finales de los años 60, la censura no ha desaparecido de Estados Unidos. En la actualidad la censura se aplica en las salas. En ellas se califican las cintas según el grado de violencia que, se supone, (y digo “se supone” porque esta misma calificación iba a haber sido aplicada en la oscarizada El Discurso del Rey sólo por contener algunos ‘tacos’, sin más) les corresponden. Por ello, todavía son muchos los menores de 17 años que tienen que ir acompañados por sus padres si quieren ver algunas de las películas calificadas como R.

Si nos paramos a pensarlo, es bastante cínico y absurdo que en un país donde cualquier persona puede tener armas en sus casas, se censuren cosas tan insignificantes como un pequeño beso entre dos hombres o unas cuantas palabrotas que no atacan a nadie.

Cristina Muñoz.


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